Lo que debes saber sobre las ONDAS CEREBRALES

Sabemos que los impulsos eléctricos producidos por las neuronas viajan a través de las sinapsis proporcionando una transmisión nerviosa a lo largo de todo el cerebro. Esta transmisión se realiza en ciclos rítmicos, ondas, que se pueden registrar mediante un electroencefalograma (EEG).

Algunos de esos ciclos se generan en la corteza y el tálamo y el electroencefalograma los detecta, mostrando las ya conocidas ondas cerebrales: delta, theta, alpha, beta y gamma, en diferentes rangos de frecuencias.

Comúnmente existe una excesiva simplificación del entendimiento de las ondas cerebrales. Mejorar tu cerebro es el mejor entrenamiento que un ser humano puede realizar, ya que todo nace, se genera, recibe o relaciona con el cerebro. Gracias a la neurociencia aplicada, los avances y conocimientos actuales, posibilitan despertar potenciales y mejorar nuestra vida drásticamente. Está a nuestro alcance.

Sin embargo hay cosas importantes que debes conocer sobre las ondas cerebrales, para evitar esa simplificación errónea que está lejos de un verdadero entrenamiento cerebral.

1. ¿Hay ondas buenas o malas?

Cada onda se relaciona con una función y localización cerebral precisa. Alpha no es mejor que Beta, Gamma no es mejor que Delta, Theta no es mejor ni peor que Delta. Una onda cerebral precisa es adecuada si se relaciona con la función y localización que corresponde en ese momento.

Si, por ejemplo, encontramos Theta en localizaciones frontales, es posible que la atención sea muy baja o que haya un deterioro cognitivo incipiente. Pero si encontramos Theta en la zona parietal es ideal para favorecer el sueño.

Beta nos puede ayudar a centrar la atención y el sentido de alerta, pero si al cerrar los ojos, por ejemplo, no vemos un descenso marcado de Beta y un incremento de Alpha, tendremos problemas de stress.

Si encontramos Alpha frontal, podemos sentir ansiedad y sin embargo en la zona posterior, implicaría una buena relajación y capacidad para la meditación.

Conclusión: no existen ondas buenas o malas, sino adecuadas a la función, localización y momento. Por tanto, busca conocimiento específico y profesional para entrenar tu cerebro.
2.  ¿Está todo el cerebro en Beta, Alpha o Delta en determinados momentos?

Todas las ondas participan en todo momento. No existe un cerebro pulsando en todas sus neuronas en Beta, en Alpha o en una frecuencia específica. En el EEG vemos una onda general, que bajo una operación matemática llamada transformada de Fourier, podemos descomponer en las ondas básicas: delta, theta…

Conclusión: el cerebro pulsa en todo momento, con predominancia de ciertas ondas en ciertas localizaciones.

3. ¿Las ondas correctas son las mismas a lo largo de la vida?

Los ritmos cerebrales expresan también el neurodesarrollo del cerebro. La frecuencia alpha de un niño no es igual a la de un adolescente o a la de individuo adulto. Existen cambios relacionados con la edad, no sólo con la actividad. Lo que es adecuado a una edad o momento de la vida, puede ser disfuncional en otro momento.

Conclusión: las ondas cerebrales también expresan y cambian con el desarrollo del cerebro.

4. ¿Cualquier dispositivo sencillo puede medir actividad cerebral?

Sólo ciertos equipos, pueden captar con nitidez, las ondas cerebrales en el cerebro. Con frecuencia los llamados artefactos, es decir, interferencias en la medida, invalidan los registros y por tanto los resultados.

Conclusión: medir la actividad cerebral por EEG o cualquier otro método se realiza mediante equipos profesionales y sofisticados.

5. ¿El cerebro eficiente es el cerebro que muestra SINCRONIA? 

A pesar de lo sugerente de la palabra, la SINCRONIA CEREBRAL, sólo es adecuada en determinados momentos y localizaciones. De hecho los dos hemisferios no son del todo iguales ni deben registrar la misma actividad en todo momento.

Una sincronía frontal excesiva, por ejemplo, puede provocar diversos problemas cognitivos, mientras que una occipital puede ser sinónino de buen funcionamiento cerebral.

Conclusión: la sincronía cerebral es adecuada y necesaria sólo en determinados momentos.


6. “Quiero entrenar Alpha porque quiero relajarme. ¿Pasa algo?”

No funciona así. No se trata de entrenar una onda porque queremos. Es necesario realizar un diagnóstico y evaluar qué tipo de ondas, ratios, valores y en qué localizaciones se muestran. Entrenar una onda porque sí, puede desequilibrar, para mal, tu cerebro. Lo adecuado es saber qué se necesita y porqué.

Conclusión: no suele haber necesidad de entrenar una onda, sino de regular y reequilibrar funciones y ondas en diversas localizaciones.

7. “Tengo un equipo que lo hace todo y sólo. Trabajo todas las ondas a la vez, en todo momento y estimulo todas.”


Los protocolos abiertos y validados científicamente son los mejores para saber qué está ocurriendo en tu cerebro. Estimular porque sí todo el cerebro no implica que el cerebro reaccione, aprenda o integre esa estimulación. En todo caso funcionará en algunas ocasiones y en otras no. Tristemente no sabrás porqué sí y porqué no, y no hay posibilidad de mejora, corrección o investigación.

Conclusión: tu cerebro es un órgano sensible y preciado. Entrenarlo es la mejor inversión que puedes hacer. Saber cómo hacerlo es vital. 

8. “Gamma implica estados místicos, voy a entrenarla y Theta, ensoñación, voy a entrenarla”

Gamma aparece en meditadores avanzados en algunas localizaciones cerebrales. Si entrenaras hoy Gamma, una onda muy rápida, probablemente desequilibres tu cerebro si no es lo que necesitas. Theta no es ensoñación, depende de la localización donde Theta se encuentre, que ésta sea adecuada, funcional o disfuncional

Conclusión: evita la simplificación respecto a la neurociencia aplicada. Busca consejo profesional.


José SánchezHome

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.