“La meditación no se puede encasillar en patrones ni modelos. Desde el primer instante, es simplicidad, más allá de la imaginación. El pensamiento no la puede concebir, ni definirla valiéndose de métodos y sistemas, practicados con un determinado propósito u objetivo.
La meditación es la fusión de nuestro ser en la integridad de la vida, una con el ritmo del universo y su vibración natural. Es vivir en el presente, unidos a lo que es “ahora”, cuando el pasado está ausente y la memoria se ha convertido en cenizas.
Cuando nos observamos a nosotros mismos atentamente, el ser entero se relaja. Igual que el agua de un río que fluye, en total armonía, lo abrazamos todo con naturalidad y la alegría nos abre a la verdadera experiencia de la comprensión.
Integrados en lo Infinito, somos amor espontáneo, no estamos separados de la cualidad santificadora de lo Sublime. En la práctica, la meditación es posible en todas las circunstancias de la vida, no está condicionada por una expectativa determinada.”
Ilie Cioara