Reflexiones

Y si en cualquier momento, en la escalera de un palacio, sobre la hierba fresca o en la soledad cerrada de tu habitación, te das cuenta de pronto que la embriaguez cede o está por disiparse… pregunta al viento, a las olas, a la estrella, a las aves, al reloj, a todo aquello que huye, a todo aquello que gime, todo lo que gira, lo que canta, lo que habla… Pregunta a todos qué hora es, y el viento, la ola, la estrella, las aves, el reloj, te responderán “¡Es hora de embriagarse! Para dejar de ser esclavos martirizados del Tiempo”

Baudelaire

¡Embriágate de vida!