Marc Febrer Torrent

 

  • Monitor de Chi Kung (Asociación de Qigong para la salud Corazón del Tao.
  • Profesor de Yoga  (Escuela Integrativa de Yoga Dharsana).
  • Terapeuta de sonido, Kinesiólogía y Reiki.

El Yoga llegó a mí casi por herencia, ya que mi padre también es profesor y desde muy pequeño veía como practicaba en casa. Con los años me fui interesando más hasta que empecé a practicar de forma regular empezando a sentir los cambios que en mí se daban. De ahí pasé a formarme como profesor para conocer mejor esta disciplina y para poder satisfacer mis inquietudes de cada vez más profundas de búsqueda de consciencia e introspección. En ese punto también llegó el primer contacto con el Chi Kung. La verdad es que la práctica de Yoga y de Chi Kung han transformado mi vida de tal manera que, casi, me veo en la obligación de trasmitir todo lo que he aprendido y vivido durante todos estos años con el fin de aportar mi pequeño granito de arena para que esa sabiduría ancestral pueda llegar al mayor número de personas. Yo  siento pasión tanto por el Yoga como por el Chi Kung y eso intento trasmitirlo en las clases; me implico al 100% en cada una de ellas y siempre salgo con la sensación de que aprendo más de los alumnos que ellos de mí, ya que éste es un camino de evolución y de trasformación constante.

Con respecto al Chi Kung, mi formación la realicé durante algo más de tres años dentro de la Asociación de Qigong para la salud Corazón del Tao, dirigida por Josep Muñoz. Además de conocer y formarnos en base al Chi Kung clásico con las series más conocidas, esta escuela da un gran énfasis al aspecto terapéutico y emocional del Chi Kung y de hecho, todo el método de Corazón del Tao está orientado precisamente a eso. Los ejercicios del método actúan desbloqueando, liberando y equilibrando las emociones y a la vez regulando la función energética y restableciendo la función fisiológica.

A través de sus movimientos, el método proporciona un camino de apertura a la transformación interior. Qigong del Corazón del Tao promueve un trabajo directo sobre el cuerpo y las emociones, haciendo que la mejora en la salud sea palpable a nivel global. Personalmente ya lo he comprobado, el Chi Kung me ha hecho recuperar la salud y la alegría interior e invito a todo el mundo que siga este camino porque, sin duda, funciona.